sábado, 3 de octubre de 2009

18

Se me llena el
pecho de plomo
plomo pesado
paulatinamente
pero sin pausa
paso a ser
otra vez,
apenas,
una chispita
casi ausente
carente de 
pasión.
Ni la sombra
ni el sombrero
de lo que
no llegue a ser.
No se si 
me importa mucho,
peor tengo que aprender.

No hay comentarios:

Publicar un comentario