viernes, 16 de abril de 2010

181

Viniste con esa pregunta en la boca
pero te la leí antes en tus ojos.
Viniste con las ramitas y la corteza.
Con un encanto al que ningún abuelo
podría negarse a comprarle alfajores.
Pero te tuve que decir que no
que solo los árboles pueden
vestirse de madera.

180

Como arrancarte de raíz si no se bien
dónde terminás y dónde empiezo,
nos entretejemos húmedos
impregnados de viscocidad divina,
eros de mañana, ethos de ser.
El cielo ruje cuando lo intento
y el aire se llena de olor a melón y luna.
No querés separarte de mi;
quizás es imposible 
y todo realmente es bello
la antártida celeste 
y los cielos anaranjados
los gorriones y tus pechos
chiquitos, diminutos.

179

Donde está entonces 
tu presencia de fuego verde,
no puedo ver sin ella
ni siquiera las cosas 
que me tocan de cerca.
No puedo dibujar así
lleno de sombras daltónicas
de fantasmas que empapan mis pies
y trepan por adentro mio
en ramas y venas y alveolos,
suben por construcciones perfectas
en visiones armónicas
que justifican que no ardas más,
y que solamente queden
las cenizas del país que construimos.

178

"Jugo de Júpiter por favor,
una jarra para dos."
Le pedís al mozo
en el restaurant 
vegetariano intergaláctico.
Te dije que te iba 
a llevar a las estrellas.

177

En cualquier momento se desencandenan
sucesos increíbles que no puedo
en este momento describirte.

176

¿Cómo hiciste para que te perdone?
No lo entiendo che, 
y mira que doy vueltas 
y vueltas sobre el asunto.
Lo que le hiciste a la pobrecita 
es inrreparable.
Seguro tubiste que hacer 
algo totalmente descabellado
alguna de esas 
demostraciones de amor
de cuentos de Andersen 
o de las Mil y Una Noches.
¿Cuantas cartas le escribiste?
¡¿Cómo que sólo una?!
¿¿Qué le pusiste?? 
¡¡Necesito saberlo!!



















*PD: Peter Pan extraña a Campanita.

175

Rezás un rosario
con forma de corazón
lo cantas sobre tu corazón
y todo se vuelve estático.
Sentís tu mano derecha
acariciar la cebada,
hacer ruido,
hacer ondas en el aire.
Y en lo hondo de tus pulmones
hay cosas que pesan
palabras no dichas
personas lejos.
Pero vos rezás 
y hay risas.
Sonríes 
y sonreís.

174

Vibran las viboras
y yo vuelvo a ver
los sonidos próximos
con los ojos prácticos
que proporciona
your heart
as sentencious as
it is.
Mon automne, ton livre,
il est ouvert
a là leçon numéro 
cent trente-cinq.
It's about how silly
I may sound
trying to explain
what`s inside that
pequeña cosita
que hace tun-tun
your heart
tú corazón tú
tú-tú or should I say
ring-ring, knock-knock
¿Quién anda ahi?
encerrado en mi
pueril percepción 
peripatetética
post-prehistorica
por lo tanto historica
escrita en varios
idiomas.
Ètre
seroestar
to be.
I&I.

173

Vos y tus pecas verdes,
¿cuánto saben de los reflejos?
los de las peceras vacías
la ventana del baño
las burbujas del mate.

172

¿Qué pasa con los romances
que empiezan con lluvia?
¿Las partes de nosotros
que somos en sueños
también se enamoran?
tic-tac-tic-tanic,
sin respuesta sonreís
y pensás que soy tonto
sentada en mis piernas 
sonreís.
Vemos la lluvia 
desde el sillón de mi pieza
a través de
la inmensa y asombrosa
ventana gigante.

171

quiero invitarte
unos amargos en casa
pegar onda y
un viernes a la noche
darte un beso 
en la boca.
Después no vamos a saber
en dónde despedirnos.
Nos vamos a despedir
en las comisuras tibias
y nos vamos a saludar
en el cachete por las dudas
para no flashar.

170

Más allá del claro
están mirando para este lado
pero no ven nuestro desenfreno
entre flores silvestres.
Dejemos las obras maestras
a la modernidad,
a los hombres que 
aman como hombres.
Mejor poemas cortos
que no digan mucho,
y amor de nenes.

169

Yo contra los azulejos
me ensimo por ensima de mi
y me miro morir desde arriba;
separarme de a poco,
me desprendo como velcro.
Miro los arabescos azules
de la pared del baño.
las gotitas que se funden
y se caen.
No las escucho caer
porque la pava hierve.*
Una vez pensé que me moría,
hacía frío de ojos blancos,
yo estaba descalzo
y las lechuzas miraban.
Me moría así de desamor,
que lindo morirse así,
una muerte con olor a lavanda.
Pero nadie se muere 
ni siquiera los eucaliptus del bosque
cuando los matan los rayos.

*ya no podemos tomar mate.

168

¿Cómo te llamas?
¿Cuál es tu nombre?
¡Dale! Decime como te llamás.
Dale, decime, no juegues conmigo.
¡Quiero saber cual es tu nombre!
-pregunta con ojitos azules.

Los gatos nunca saben
el nombre de los hombres.

167

El pan tostado te quedó
áspero como gramática germánica
pero lo hiciste con un amor
que ni al kaiser guillermo
podría no gustarle.

166

Me deja en Ramos Mejía.


165

Para vos pinto
con pinturitas
a las tintoreritas
asiáticas reir.
Las espío desde enfrente
sentado en la bici,
con un pie en el cordón
y el otro piel en el pedal.
Tienen sonrisas enormes
como si en cualquier momento
se pusieran a vomitar
pecesitos de colores fluo.
Crayola era el castillo
de cartón que vino
en blanco y negro para pintar
con crayones crayola adentro.
Cayó de un camello
una mañana de reyes.

164

Te veía dormir, roncas.
Un día me explicaste 
estos gustos absurdos.
Compañeros y cómplices,
nos sacamos las mascaras.
Eras vos me decís 
con el pelo despeinado,
y un pasamontañas negro 
en la mano izquierda.
Gris-negro es mas que gris oscuro
pero confunde, 
así que digo negro.
Era yo  
salgo de las frazadas,
un asombro casi sagrado
que segrega y separa
mi personalidad 
en una aventura esquizoide
que lleva tu nombrepegadoalmío.
como esa vez que te confesé
que mientras comía tus piernas,
de chocolate dulce dulce dulce,
no era yo, era gris, 
yo estaba en otro lado. 

163

No quiero más
verme de lejos
y escucharme hablar 
en tus palabras.
En el paladar juego con las arruguitas
y si no parara en el paladar,
podría jugar también 
con la garganta, 
con las gárgaras
de limón y bicarbonato y anginas.
Las-la-gartijas aparecían 
en el jardín cuando 
yo era chico 
vos eras chica,
inevitable que los tornados
se adueñaran de nosotros.
No largar el agua 
no la garganta tampoco
chocan todas las palabras 
en tu paladar,
con el también jugás.
jugás con él
jugás con jugo. 
Pasate la lengua,
decí: ga-ga-ga-la-r.
Ahora pará de jugar
que te voy a regalar
más palabras mías:
archipiélagos,
galápagos,
guirnaldas,
garúas,
y muchas grúas.
Grúas para ganarte,
para levantarte,
hacerte llegar al cielo.

jueves, 8 de abril de 2010