domingo, 18 de julio de 2010

195

tu espalda
la tremenda tormenta
se vuelve mentira.
florcitas del valle,
crecen como mis uñas que rascan,
que corren carreras
en los surcos de tu espina
dorsal,
vertebral,
columnas.
desde donde el cúmulo
de mártires son hombres
desde este lado del monte
en el que elegís aparecer
como una brisa tibia
que quien sabe de donde viene.
Esta mañana inverosímil
que muere con
un bollito de pan con azúcar
que trae mi abuela en sus manos
para hacerme creer
que las mías todavía
te hacen mimos.

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