sábado, 6 de febrero de 2010

142

Ni los veranos te dan paz
lloras mil muertes y te morís
y naces todos los años.
Te morís todos los años.
Te amo tanto y no te quiero
porque volvés a mi,
asesina frutal,
volcán, varicela,
despellejas damascos dulces
plausiblemente pelones pintorescos.
Duraznos dulces como
pezones tuyos que incomprensibles
incomprendidos y asustados
se ponen duros en el sol de la mañana
que te espía en bombacha,
tomar unos dulces 
y tomar frío en el patio.
Tomas mate y te resfrías.
Nos extrañamos como los lobos
extrañan a la luna.

1 comentario: