viernes, 16 de abril de 2010

179

Donde está entonces 
tu presencia de fuego verde,
no puedo ver sin ella
ni siquiera las cosas 
que me tocan de cerca.
No puedo dibujar así
lleno de sombras daltónicas
de fantasmas que empapan mis pies
y trepan por adentro mio
en ramas y venas y alveolos,
suben por construcciones perfectas
en visiones armónicas
que justifican que no ardas más,
y que solamente queden
las cenizas del país que construimos.

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