viernes, 16 de abril de 2010

181

Viniste con esa pregunta en la boca
pero te la leí antes en tus ojos.
Viniste con las ramitas y la corteza.
Con un encanto al que ningún abuelo
podría negarse a comprarle alfajores.
Pero te tuve que decir que no
que solo los árboles pueden
vestirse de madera.

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