miércoles, 8 de febrero de 2012

409

¿Querés que te diga que hay una luz,
un lugar hacia el cual todos vamos?
¿Que todos somos Dios y no existe nada malo?

No puedo, no puedo y no puedo
porque no me gusta mentir
para que la gente mala
tenga la conciencia tranquila.

No puedo, porque principalmente
no me acuerdo, no me acuerdo.

Sufro una amnesia de barrio
que lejos de ser una psicopatología
es un temporal terrible y místico.

No recuerdo cómo era la vereda de tu casa
ni la panadería dónde compraba
las medialunas para el mate.

No me reconozco en mis retratos
pero ahí estoy en las cámaras
guardado del paso del tiempo.

No puedo recordar casi nada,
y lo poco que recuerdo es tan fútil
cuál es la utilidad del aprendizaje
si todo se pierde.

No recuerdo el nombre de mis maestras
ni siquiera la de cuarto grado
quizás si su voz un poco
pero seguro la estoy inventando.

No me acuerdo el nombre
de mi primer peluquero
no recuerdo que edad tenía
la primera vez que fui sólo.

No me acuerdo de la primera paja
ni del segundo beso
ni del primer asalto.

Cuando uno no recuerda
es entonces necesario
pensar un poco en la membrana
en el límite que separa
lo espurio de la verdad.

penetrar en la realidad
escuchar el chisme de las estrellas
que se esconde en estos números
que escribís en la oscuridad.

todos los mentirosos
me miran a los ojos y me dicen:
"yo se lo que fui en mi vida pasada"
y yo ni siquiera recuerdo
mi última muerte.

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