viernes, 2 de marzo de 2012

415


a tu magra sombra me refugio
arbolito callejero
tan pequeña intimidad.

tan flacas son tus ramas
tan ralo tu pobre porte
que casi no les importas
a los que ves pasar.

pero inmutable
en las horas de la tarde
con tu sombrita das consuelo
y me cubrís del vendaval.

no hay titulo que preceda a tu nombre
mas el invento por el cual
te llaman algunos hombres
que visten guardapolvos blancos
en el laboratorio
y la universidad.

para mi flaco Lapacho
víctima de los bípedos
que te quieren cortar,
para mi no hay consuelo
si te arrancan de esta tierra
si me destierran
de tu cara hermandad.

son tus ramas el esfuerzo
de la pacha pariendo sueño
en el medio
de la ciudad.

vienes con tu encanto y con tus leños
a traerle a esta jungla de cemento
una jungla de verdad.

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