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experimentar los más excelsos placeres
incluye ser testigo de las más dolorosas penas.

contemplar al mal brillando
en la más profunda oscuridad
es también ver a la más arcana verdad
que es el tiempo matándolo todo,
rompiéndolo todo
y masticando a las generaciones.

Ver a la eternidad
es admirar como el tiempo,
se come a tu estirpe.

Entender a Dios es decir:

"Yo soy la muerte
que todo lo devora"

hasta que se vuelva
verdad.