martes, 17 de febrero de 2015

604


I

escuché al supremo arcano
hablarme en las voces
de tantos hermanos,
mientras pasaba los días
llorando desesperado
buscando algo
que fuera verdad.

II

escuché una vez a una santa
cantar las palabras
de nuestros antepasados
y oí a la suprema verdad
que perenne permanece
por encima de todo:

la persona que vive en el centro del sol
es la misma que habita en el fuego
es la misma que habita en el corazón.

III

estudie las palabras
de los hombres que fueron
antes de nosotros...nosotros
y supe que eran nuestras palabras
sentí tan de cerca a su poesía
que su heroísmo pudo acariciarme,
tan de cerca que pude amar esas palabras
tanto así que confundí los tiempos.

IV

vi entonces al rostro de la gloria
magnánimo y brillante
permanecer inmaculado
riéndose de los mortales
y a la vez cuidando de ellos.

V

Escuché a su voz enunciar:
Tú eres aquello,
y todo esto
por cierto es la Inmensidad.

VI

el todo se desnudo frente a mi
se hizo visible en la parte
y por empírea conocí
que no todo de mi moriría.

después...
ya nada estaba lejos
ya nada daba miedo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario