lunes, 19 de diciembre de 2011

386

casi tan oscuro como el cielo de mi terraza
como dibujado con tinta de calamar,
sobre una nube de ébano.
un agujero negro, un fin sin fin
una tendencia que quiere ser eterna,
una eternidad que dura mucho,
una temporalidad que no existe,
y una cabeza que vuela por el espacio,
dándole cada tanto
mordiscos a la luna.

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