te declaro la guerra desde mi cama
ya mis barcos invaden tu normandía,
nos subimos todos a un avión sin alas
apretamos los dientes, cerramos los ojos
y esperamos que vuele.
entonces el surrealismo y vos en el piso,
tomaste demasiadas aspirinetas y
tenes gusto a fruta y remedios,
y nuestros extremos
comienzan a desdibujarse
a conocerse.
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