a veces maravillas,
me maravillas-te,
te maravillé.
vos y yo maravillados
sentados en un piso humedo
sabiendo que por ensima nuestro
mas allá del techo;
hay un cielo.
nos miramos,
sin poder creer,
la sensualidad de la explosión.
avellanas y el mar,
los pajaros siempre pajaros,
ya estan cantando,
al ver todo eso
que fue la fiebre.
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