el perdón divino venís a buscar
pero no te cortaste la uñas
ni trabjaste tu personalidad.
volvimos del campo es verdad
llenos de flores en un furgon vacío
llegando a la ciudad fuiste otra
todo era distinto.
el águila entonces se vistio de gris
y el empedrado comenzó a levantarse
el proyecto seguía detrás de mis manos
inconcluso, tambien sin principio.
pero sé magia ahora,
ahora soy alquimia
y nosotros somos
el gobierno de nosotros mismos
nuestro cratos auténtico,
la democracia de dos.
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